Quizá, en el momento en que está sucediendo, no somos conscientes de ello. Al fin y al cabo, cuando eres testigo de algo extraordinario, parte de su definición consiste en que su fuerza gravitatoria te ha atrapado. Es con el reposo y, sobre todo, el poso que va quedando en nuestra memoria personal y colectiva, cuando empezamos a vislumbrar la trascendencia de los hechos más allá de nuestra percepción original. Bob Sands fotografiado por Sergio Cabanillas Es fascinante ser testigo de hechos artísticos de tal valor que llevan a la certeza de haber presenciado historia del jazz en España . En Madrid en las últimas décadas, pese a la hostilidad (no ya despego) generalizada de administraciones e instituciones, hemos visto historia del jazz suceder ante nuestros ojos y oídos. Uno de los capítulos más vibrantes ha sido obra de Bob Sands , a quien la comunidad del jazz tratamos de decir gracias y adiós con bastante dificultad. Buscando entre mis textos, encuentro a Bob y, especia...
De nada sirve si no tiene swing (Capítulo 1, versículo 1 del Jazz según Duke Ellington)