Cuando una pieza musical toma notoriedad entre los músicos y es reproducida a lo largo del tiempo desde diversas aproximaciones para terminar formando parte del acervo jazzístico de forma espontánea y convertirse en una referencia musical, decimos que nos encontramos ante un estándar . Ilustración de Missingduke gracias a Canva . Muchas de las partituras que terminan formando parte de este repertorio habitual que denominamos estándares provienen de lo que conocemos como el Great American Songbook : el conjunto de composiciones más relevante de EE UU, generalmente provenientes de musicales de Broadway , de la industria cinematográfica de Hollywood y del fértil ingenio de los músicos tanto de jazz como de canción popular de la primera mitad del siglo XX (y, por tanto, del Tin Pan Alley ), pero el origen de un estándar no sigue una norma estricta y por ello pueden encontrarse ejemplos con orígenes geográficos y culturales muy distintos . Así sucede ...
De nada sirve si no tiene swing (Capítulo 1, versículo 1 del Jazz según Duke Ellington)