En términos de jazz, en 2015 celebramos un centenario importante: el del nacimiento de una de las figuras míticas de este género, de un personaje paradigmático del siglo xx y, además, uno de los nombres más habituales de este blog. Se trata del compositor, arreglista y primero de a bordo de Duke Ellington, el señor Billy Strayhorn (1915-1967), también conocido entre sus colegas de banda como Strays , Weely o Swee’ Pea ( Cocoliso para los hispanohablantes). Ya hemos destacado con anterioridad las valiosas cualidades musicales y personales de Billy Strayhorn: la sensibilidad y profundidad en sus composiciones, su talento para la orquestación, esa suerte de poder telepático que compartía con Ellington, pero también su convicción en vivir su identidad sexual, personal y musical con coherencia en un entorno histórico y social nada favorable. De modo que, claro está, se presenta un año Strayhorn cargado de eventos: el primero del que tenemos noticia se celebrará en Londres ...
De nada sirve si no tiene swing (Capítulo 1, versículo 1 del Jazz según Duke Ellington)