A veces nos obcecamos en un género, en un arte específico, en un vehículo único. Muy a menudo nos limitamos sin darnos cuenta; acotamos identidades, nos identificamos en un entorno, en una tribu, en un "aquí", en un "esto".
Y es cierto que es tremendamente útil saber lo que uno le gusta; casi tanto como conocer lo que nos disgusta.
Y pese a ello, todos y cada uno de nosotros, en mayor o menor medida, somos conscientes de que trascender –un momento, un espacio, un hecho– suele acarrear sorpresas de gran valor personal, epifanías, herramientas vitales incluso.
Esto es lo que me lleva a recomendar hoy la serie de animación "Sakamichi no Apollon" (titulada "Kids on the Slope" en la versión estadounidense; versión cuyo doblaje recomiendo evitar a toda costa. Debo insistir: versión original con subtítulos en el idioma que elijáis: hay opciones para aburrir).
La serie (Fuji Creative Corporation) está basada en el manga homónimo de Yuki Kodama, que sitúa su obra en un pueblo de la isla japonesa de Kyushu durante 1966. Pasó la guerra, y con ella los estadounidenses, y con ellos el jazz.
Aquí, un trailer de la serie:
Al tratarse de una historia coral, la sinopsis podría ser contada desde el punto de vista de cualquiera de sus personajes, pero de forma intuitiva, lo haré de la mano de Tsutomu, que regenta una tienda de discos en cuyo sótano disfruta montando jam sessions a las que aporta su contrabajo.
Siempre convoca a la batería a Sentarô, su joven vecino, y compañero de instituto de su hija Ritsuko. Ocasionalmente se une un amigo que toca la trompeta y que básicamente trae de nuevo a la vida el mito de Chet Baker (para muestra el siguiente vídeo).
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Nuestro pianista empollón escuchando jazz por vez primera. |
Es entonces cuando llega un alumno nuevo al instituto de Ritsuko y Sentarô.
Se trata de Kaoru, un empollón de libro, estirado él, y pianista de formación clásica.
Pese a que la intención de Kaoru es pasar desapercibido y sacar buenas notas, de forma natural va desarrollando un sentimiento romántico hacia la hija de Tsutomu y, al mismo tiempo, crea un vínculo de profunda amistad con Sentarô.
La serie consta de doce capítulos en los que las relaciones entre nuestros personajes y el encuentro de Kaoru con el jazz se narrarán de una forma preciosista, con una animación muy trabajada, que, inevitablemente, nos hará sentir que nos encontramos ante buen cine, aunque técnicamente hablando no lo sea.
El jazz, claro está, es omnipresente. Como muestra os remito a los títulos de los doce capítulos; a saber: Moanin', Summertime, Someday my prince will come, But not for me... y así hasta doce.
En esta escena intento haceros llegar parte del espíritu de la serie:
Existen muchos canales para acercaros a Sakamichi no Apollon: los habituales, Amazon, el streaming de Crunchyroll, y tantos cuantos los buscadores os ofrecen. Pero, recordad, el trabajo de doblaje de la versión original no tiene parangón.
Mención especial, claro está, para la compositora y arreglista Yôko Kanno, responsable de la banda sonora.
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