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Scott Hamilton - Toni Solà Quintet



Jueves 6 de marzo de 2014
Bogui. 22:00 horas
Aforo de asientos completo

Scott Hamilton: saxo tenor
Toni Solà: saxo tenor
Gerard Nieto: piano
Ignasi González: contrabajo
Esteve Pi: batería



Existen ciertos privilegios que requieren de nuestra parte poco más que estar ahí: si
 te acercaste la noche del jueves a Bogui, tuviste el privilegio de presenciar una verdadera batalla de saxos. A la antigua –y, en realidad, por tanto, moderna– usanza. 



En el histórico musical han quedado las tenor battle entre Coleman Hawkins y Lester Young, o el duelo de Wardell Gray y Dexter Gordon, pero, ¿cuánto hace de esto? Son demasiadas décadas de espera –salvando las excepciones fuera de la norma, claro está– para una costumbre tan saludable y fascinante. Es realmente absorvente para quien lo presencia.


Y en ese estado de entusiasmo (pero en el sentido etimólogico, el de "tener al Dios dentro") nos encontramos a dos de los cinco protagonistas del concierto de anoche en Bogui; nuestros dos tenores en liza: Scott Hamilton y Toni Solà. Comentaba Solà después del concierto que "sí, batallas... pero al final siempre me gana Scott"; estoy segura de que si fuera Hamilton el preguntado, no sería tan categórico al respecto.



Hubo cinco grandes músicos y, a un tiempo, un quinteto fabuloso. 


La rítmica y los dos tenores fueron una suerte de visita guiada por géneros musicales, estándares y figuras míticas del jazz, pero aportando la presencia musical personal de cada uno de ellos, presencia ésta invaluable para el concierto en sí y para la fascinación que fue capaz de crear en quienes escuchaban. Así sucedió con el swing del piano de Gerard Nieto o la inteligencia de Esteve Pi a la batería. 


Fue realmente satisfactorio ser testigo del mimo y entrega de Solà trayendo a la vida el sonido de Ben Webster: con convicción, con deseo, con una devoción casi carnal.


De nuestra particular batalla hemos de decir que, si bien es cierto que nuestros saxofonistas lanzaban y recogían el guante sin descanso, resultaba memorable también disfrutarlos al compartir melodía; cuando eran, más que hermanos, siameses, y, más que siameses, uno solo. 



Quede como ejemplo este vídeo de su interpretación de "The Claw"; tema que ofrecieron en el repertorio del concierto de ayer:






"Broadway" o "Blues on Down" fueron otros fantásticos canales para mostrarnos esta dualidad que podía convertirse en unidad en un abrir y cerrar de ojos.

El quinteto se convirtió en cuarteto en la interpretación de baladas, como sucedió con la preciosa "If I had you" y esa capacidad que tienen los buenos intérpretes de contar bien una historia y ser capaces de hacernos visitar distintos ánimos en un espacio de tiempo tan reducido. Y es que da igual cuántos discos hayas escuchado de Scott Hamilton; lo que sucedió ayer en Bogui (y pasará esta noche en Jamboree) no podrás encontrarlo en ninguno de ellos. Sólo en un club de jazz serás capaz de presenciarlo.



Fotografías de Esther Cidoncha

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