En este último día de 2015 realizamos un ejercicio de retrospección para recordar esos trabajos que han dignificado la música y por tanto la existencia de quien la escucha. Diez buenos discos elegidos de entre los que que han podido ser escuchados por quien suscribe esta bitácora.
Trabajos que han aportado emoción, inteligencia, creatividad, calidez, originalidad, mérito y/o audacia.
Trabajos que han aportado emoción, inteligencia, creatividad, calidez, originalidad, mérito y/o audacia.
Sin más dilación, aquí tenéis diez buenos discos de 2015:
THE THOMSON FIELDS. Maria Schneider Orchestra. ArtistShare
The Thomson Fields no es otra vuelta de tuerca, sino un golpe de varita en el género bucólico. Cuando no sólo habíamos olvidado la existencia de esta lírica, sino que la identificamos con un arte antiguo y perdido, Maria Schneider ha conseguido volcar versos en los pentagramas recreando con devoción y belleza el ideal del locus amoenus en su sentido más estricto y puro.
Maria Schneider recrea su experiencia vital en los campos del sur de Minnesota, donde se crió, en una suite que describe la fusión de lo humano en un todo, en un entorno en que integrarse y desarrollarse. Entre sus partituras nos hará recordar el asombro que nos paraliza la primera vez que escuchamos una música diferente; nos enfrentará a la inevitabilidad de preguntarse qué es la belleza y entregarse a esta cuestión hasta sus últimas consecuencias; plasmará la esencia de un ser querido cuya presencia hemos perdido... Nos invitará a ser introspectivos e intuitivos y a utilizar nuestros cinco sentidos en la hermosa edición de textos, imágenes y sonidos que ha creado en The Thomson Fields.
TO DUKE. Matthew Shipp Trío. RogueArt
Es habitual que en los homenajes discográficos se encuentre el planteamiento de que para modernizar se tiene que partir de la consideración de algo antiguo. Trascender este error es lo que ha hecho de To Duke una obra que consigue ese raro equilibrio entre identidades musicales confluyendo de manera resolutivamente creativa. Para esta aventura musical —y posiblemente vital— Shipp ha formado un trío que ya pudimos conocer en trabajos previos: el contrabajista Michael Bisio y el baterista Whit Dickey.
Shipp consigue atraer nuestro estado mental al mundo de Ellington con una introducción de tan solo 43 segundos, tras la que irá engarzando realidades musicales que trasciendan en el tiempo para llevarnos a un escenario creativo fascinante en el que la tensión emotiva del trabajo rítmico crea una realidad paralela en la que apoyarse hasta alcanzar una emoción musical desapacible capaz de, en su aparente caos, magnificar el trabajo melódico de Shipp.
To Duke es una revisión impactante del clásico de Ellington, de una pureza atemporal y con una carga de admiración y conocimiento del trabajo de Ellington que no se pretende disimular en ningún momento de este trabajo.
AHMAD JAMAL LIVE IN MARCIAC. Ahmad Jamal. Jazz Village/Harmonia Mundi
Este disco (y vídeo) del octogenario pianista Ahmad Jamal en el concierto que ofreció en Marciac es uno de los trabajos más variados y originales de 2015. El trabajo de la percusión nos recordará a las últimas exploraciones del coloso Rollins, pero con el sello lírico de Jamal, un groove en aumento y un juego con las citas tomado el testigo de la melodía. Los cambios de ritmo sorpresivos en su interpretación audaz y lírica de The Gypsy, o la revisión de Blue Moon con sus tintes caribeños y una aproximación definitivamente lúdica deberían ser suficientes para convencer a la audiencia de la fantástica forma musical en que se encuentra Ahmad Jamal.
THE EPIC. Kamashi Washington. Brainfeeder
Tras colaborar en el último trabajo de Kendrick Lamar, To Pimp A Butterfly, el polifacético saxofonista Kamashi Washington sorprendió con la publicación de la ciclópea y fascinante obra The Epic: tres horas de música plurigenérica en la que todo es excesivo pero jamás demasiado: banda de jazz, orquesta sinfónica y amplia presencia polifónica se unen para crear un pingüe viaje entre relatos. The Epic es una cata de géneros y texturas musicales. Un disco concebido para la impresión y la epifanía que sin duda cumple con creces su misión.
THE HEART OF JAZZ. Toni Solà. Fresh Sound
The Heart Of Jazz presenta un contenido real y unas composiciones de Solà que potencian el valor de esta obra, cuyo título no responde a una elección fortuita, sino más bien a una declaración de intenciones. Con este disco el quinteto liderado por el saxofonista catalán Toni Solà emprende un viaje de recreación y convicción al mismo corazón del jazz, donde es posible reconocer el jazz que se escuchaba en la década de los 50 del siglo xx pero, sobre todo, el buen jazz que nos trae el siglo xxɪ , sin complejos de identidad ni obsesiones matemáticas.
SYNOVIAL JOINTS. Steve Coleman and the Council of Balance. Pi Recordings
La naturaleza exploratoria de Steve Coleman sigue yendo de la mano con sus obsesiones musicales, como su personal concepto de la «orquestación de camuflaje», en esta ocasión inspirada en las articulaciones sinoviales, caracterizadas por su gran movilidad y por las capacidades de flexión y extensión, que Coleman toma como un elemento más de anatomía musical.
Así, su formación musical (The Council of Balance) actúa con la infalibilidad de los diversos sistemas que conforman el cuerpo humano, investigando la interactuación, los principios de conectividad y el flujo anatómico-musical, recordando por qué se le considera uno de los músicos más influyentes en la evolución de la música contemporánea.
DUKE. Fabrizio Bosso. Verve/Universal
Esta emocionante aportación al catálogo ducal del trompetista y fliscornista Fabrizio Bosso es un viaje imprescindible por el universo de un creso musical como Ellington. Para celebrar este legado el cuarteto de Bosso ha unido fuerzas y anhelos con el sexteto de Paolo Silvestri, responsable de la dirección y los arreglos musicales, siendo estos últimos el verdadero corazón del trabajo por su innegable esencia ellingtoniana, su imaginación y su frescura.
Su lectura de los estándares avanza hacia un swing sin medida, con juegos de solos y conversaciones que crean efectos vibrantes capaces de hacer sonar a esta pequeña [gran] formación de diez hombres como una orquesta de dieciocho.
5 SEGUNDORO / CADA 5 SEGUNDOS. Mikel Andueza. Errabal Jazz
Durante demasiado tiempo hemos tenido que recurrir a la única opción de asistir a los magníficos directos de Mikel Andueza si deseábamos escuchar las personales composiciones del saxofonista navarro. 2015 nos ha traído la posibilidad de poder disfrutar de estas partituras cuanto nos plazca con la edición de este disco, en el que Andueza vuelve a saber rodearse de aquellos músicos capaces de entender y ayudar a crear su fascinante y personal sonido. La expresión musical de Andueza es como una huella digital: única. Escuchar los temas de este disco nos hará sin duda reconocer tanto el pentagrama como el saxo de su autor. Así sucede por ejemplo con el tema que da nombre al disco, sobre el que el propio Andueza glosó en la partitura para sus músicos como Jazz social. La melodía, la armonía y el ritmo se presentan no sólo como ejercicio musical, sino con el deseo de expresar un sentido.
DUETS. Kevin Eubanks y Stanley Jordan. Mack Avenue
Este dúo de virtuosos de la guitarra consigue una simbiosis de emociones e ideas donde la conversación, la creación, la búsqueda de armonías delicadas y la exploración de la melodía se unen al juego, la complicidad y la magia.
BIRD CALLS. Rudresh Mahanthappa. ACT Music
¿Es la fusión sinónimo de un acierto musical seguro? En absoluto.
¿Cuál es el resultado de unir una tradición musical de la India y Estados Unidos con la potente herencia de Charlie Parker? Un pasaporte con sellos de diversos colores, texturas e ideas con un planteamiento sólido e imaginativo, en el que la improvisación flirtea con la melodía con sincera dedicación, casi con el compromiso de no querer soltarla del todo en ningún momento. El homenaje a Bird está presente en todo el disco pero nos llegarán sus temas como un fantasma o como un recuerdo, pues en el sonido y el estilo de Mahanthappa recae el verdadero valor de este trabajo.
¿Cuál es el resultado de unir una tradición musical de la India y Estados Unidos con la potente herencia de Charlie Parker? Un pasaporte con sellos de diversos colores, texturas e ideas con un planteamiento sólido e imaginativo, en el que la improvisación flirtea con la melodía con sincera dedicación, casi con el compromiso de no querer soltarla del todo en ningún momento. El homenaje a Bird está presente en todo el disco pero nos llegarán sus temas como un fantasma o como un recuerdo, pues en el sonido y el estilo de Mahanthappa recae el verdadero valor de este trabajo.
Mención especial 2015
Por segundo año consecutivo, la mención especial de este blog es para el sello Smoke Sessions Records, artífice de muchos de los mejores momentos musicales del jazz de los últimos doce meses.
Desde el Collective Portrait, de Eddie Henderson, hasta The Evolution of Oneself, de Orrin Evans, hemos disfrutado del jazz en su mejor forma con Al Foster, Gary Bartz, Vicent Herring, Harold Mabern, Steve Turre o Steve Davis, de modo que básicamente se ha tenido que recurrir de nuevo a esta mención especial para poder hablar de otros trabajos que, de otra forma, no estarían ahora comentados en la lineas precedentes.
Gran trabajo un año más de Smoke Sessions.
Comentarios