© Imagen de John Fenton |
Publico hoy la que deseo que resulte la última entrega de Jazz En Contención, que transicionará a Jazz Post Lockdown, pieza en español del gran puzle mundial en que se ha convertido Jazz On Lockdown, iniciativa de un grupo de trabajo de la Jazz Journalists Association.
Tímidamente el final de la primavera nos trajo las primeras publicaciones discográficas... y la cancelación de otras, como ya revisamos en la anterior entrega de esta serie.
Tristemente, también fuimos conociendo la cancelación de la gran mayoría de los festivales de jazz. Es la renuncia involuntaria a un año de trabajo y una pérdida económica muy grande. Por favor, no lo olvidemos en 2021.
Meses de pérdidas llevan también también acumuladas los clubes de jazz, aunque muchos de ellos ya están anunciando sus programas para este mes de julio y las nuevas medidas que tomarán para la mayor eficiencia sanitaria en este mapa sin brújula en que nos encontramos.
Café Central hará dos pases diarios que deben ser reservados mediante correo electrónico. Geles higienizantes, distancia interpersonal (disminuyendo el aforo) y mascarillas disponibles son parte de la manera en que debemos ir acostumbrándonos para poder disfrutar de la música en directo.
Jimmy Glass va un paso más allá y, además de estas normas, protegerá al público con la colocación de metacrilato entre el público y los instrumentos de viento.
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Los primeros álbumes que recibí físicamente durante la contención, en cuanto el servicio postal volvió a la normalidad, fueron Acuarel, de Rubén Reinaldo y Kely García (Free Code Jazz Records), y Trabalenguas, del Esther Quevedo Quintet (Underpool). Hay que destacar que estos discos se publicaron en el pico de la pandemia. Me consta además que el sello Underpool siguió trabajando en su proyecto de ediciones de jazz en vinilo.
En Acuarel fluyen las formas y sonidos del agua a partir de la improvisación de dos guitarras.
Trabalenguas, el directo del Esther Quevedo Quintet, prácticamente revisa la historia del jazz desde la identidad compositiva de una pianista en el siglo XXI
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La sorpresa llegó hace pocos días con Jazz Palacio Real, una iniciativa musical al aire libre de Patrimonio Nacional en la Comunidad de Madrid para las noches de verano. Ni siquiera en la era prepandemia contábamos con un programa estival de jazz continuado en Madrid: por fin en 2020 podremos disfrutarlo. La gran mayoría de los conciertos son además gratuitos.
Encontramos una peculiaridad que en la gran mayoría de los festivales ya teníamos superada, y es que no todos los conciertos anunciados son de jazz; los que sí lo son han sido programados por Dick Angstadt.
Este es el escenario hoy; ahora la responsabilidad de volver a disfrutar de la música en directo recae en nuestras manos.
[Gessamí Boada comparte «una canción que he escrito y grabado durante el confinamiento: "Dust in the Sky", con Kquimi Saigi al piano. Habla de la situación tan surrealista que estamos viviendo y va dedicada a todas las víctimas del Covid-19, está hecha con mucho cariño»]
© Mirian Arbalejo
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